El sector industrial está buscando estrategias para avanzar en la descarbonización de sus procesos sin perder productividad o eficiencia. En este sentido, una de las principales tendencias es la energía solar en sitio. Es decir, la generación eléctrica con paneles solares instalados en los propios establecimientos.
En México, el uso de la generación distribuida está definida en la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) como la producción de energía eléctrica en centrales con una capacidad instalada menor a 0.5 MW. Si se cumplen estos parámetros, se podrá optar a diversas ventajas legales y facilidades para iniciar su operación en comparación con las grandes centrales eléctricas.
Cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) reflejan un crecimiento exponencial de la generación distribuida, pasando de 4,396 solicitudes de contratos de interconexión expedidas en 2014 a las 76,101 que se tramitaron en 2023, con un acumulado en una década de más de 411,000. En cuanto a la capacidad instalada bajo este modelo, se pasó en los últimos diez años de apenas 61.87 MW a 3,361 MW, siendo en su inmensa mayoría proyectos fotovoltaicos (99.3 %).
99% de la generación distribuida en México corresponde a energía solar fotovoltaica.
Diversos factores han impulsado este crecimiento tan importante de la energía solar en sitio en tan solo 10 años:
● México se sitúa entre los primeros países con más irradiación solar a nivel mundial, por lo que la tecnología fotovoltaica es idónea para la generación de energía.
● Precios competitivos de los paneles solares y baterías.
● Opciones de financiamiento.
RETOS Y DESAFÍOS
Si bien las empresas están interesadas en desarrollar proyectos de energía solar en sitio para eficientar sus procesos, reducir sus costos de energía y avanzar en su descarbonización, aún existen diversos retos que las compañías enfrentan cuando quieren sumarse a la generación distribuida.
Una de las principales barreras que refieren los negocios mexicanos son los procesos administrativos y la gran cantidad de documentación requerida para iniciar el proceso de interconexión, lo que puede parecer abrumador. Además, los tiempos de espera para la aprobación de los trámites pueden ser prolongados y requieren de la interacción con múltiples autoridades regulatorias.
Desde el punto de vista técnico, la implementación de tecnologías de generación en sitio puede percibirse como un desafío. Por ejemplo, la necesidad de modificar la infraestructura del negocio puede desalentar estos proyectos que contribuyen a la transición energética.
Jalisco, Nuevo León y Chihuahua lideran el autoconsumo fotovoltaico, con un 33% del total de la capacidad instalada en el país.